Hoy en día, por más que se trate de ocultar, resulta ser que los fascistas en Venezuela están en una fase ascendente.
Cada vez son más numerosos, disponen de distintas organizaciones teniendo más o menos un programa de anhelos; se acompañan de numerosos intelectuales que ponen de moda toda una serie de autores clásicos del fascismo; y con ello todas sus alternativas posibles: el sindicalismo rastrero, el catolicismo ultra-conservador, el empresariado, etc.
De allí que es necesario terminar con la concepción, según la cual, el fascismo en Venezuela es tan sólo una “idea”, un “grupito minoritario”.
Los fascistas forman cuadros, incluso hacen trabajo de masa para reunir gente ignorante debajo sus banderas.
Los fascistas se definen sistemáticamente como “insurgentes” y al limitar la crítica de los fascistas a la denuncia, les estamos permitiendo afirmar que los anti-fascistas estamos vinculados al “sistema”, que no somos los verdaderos revolucionarios, etc.
OJO, eso es un enorme error táctico ante la demagogia “insurgente” de los fascistas.
En efecto, hay muchos todavía en el campo anti-fascista que comenten errores imperdonables en nombre de un supuesto “humanismo, amor y revolución pacífica”. Lamentablemente, ellos tienen una concepción no dialéctica del fascismo (simplemente porque tal vez ignoran qué es la dialéctica) y no ven que, además de ser nuestros enemigos, los fascistas son contendientes duros de erradicar.
Debemos tener presente que los fascistas no son nada más que nuestros enemigos y/o la lacra reaccionaria, ellos son el producto y la consecuencia de la sociedad capitalista y a partir de allí van a ser inevitablemente cada vez más numerosos detrás de los pasos de la crisis del capitalismo.
En realidad, los que se equivocan se basan en los siguientes fundamentos: “los fascistas sólo son un puñito de enfermos disociados”; en vez de considerárseles como lo que son, a saber los productos ultra-modernos del capitalismo putrefacto.
Un ejemplo de lo anterior lo podemos ver en programas como “La Hojilla”, que resume el fascismo en los “fascistas”; es decir, en la “pequeña minoría” de idiotas de retrógrados y disociados nostálgicos de AD, COPEI o del fascismo italiano o el nazismo.
Bastaría entonces (según el punto de vista de Mario Silva y quienes le creen) con aislar a los “fascistas” en relación a la opinión pública, denunciándolos, presentando sus vínculos dudosos con tal o cual persona miembro de una secta, de una organización paramilitar de extrema derecha, del empresariado, de los canales de televisión, etc.
Según esa concepción (y es la que tiene Mario Silva), el fascismo no es más que una “opinión” completamente delirante, una clase de enfermedad mental que basta con denunciarla para que no se propague: Compatriotas y camaradas, eso no es más el concepto del fascismo como “gangrena”; Eso no es más que una opinión completamente reformista, digna cualquier post-modernista, opinión, que por demás, no tiene nada que ver con la realidad.
En ningún momento Mario Silva toma en cuenta al fascismo como una tendencia histórica, como un fenómeno vinculado al capitalismo y a su crisis; ¿cómo se pretende entonces aplastar el fascismo sin ver en qué medida la crisis capitalista lo refuerza?
A “La Hojilla” le corresponde por lo tanto el papel del “El Zorro, el justiciero ", cuando difunde conceptos erróneos sobre el fascismo, como lo hizo precisamente ayer por la noche con “análisis” de por sí ilusos:
- Ilusiones sobre el Estado y su trabajo “serio” contra la “peligrosidad” de los fascistas.
- Ilusiones sobre el carácter “democrático” de algunas instituciones con relación a otras.
- Ilusiones sobre el fascismo como “idea” y no como tendencia histórica.
- Ilusiones sobre el carácter completamente “marginal” de los fascistas.
- Ilusiones sobre la “omnipotencia” del Estado.
- Ilusiones sobre el carácter “neutral” de las autoridades de la UPEL.
¿Será que Mario Silva no quiere admitir que las manifestaciones radicales del fascismo en Venezuela son producto del capitalismo todavía vigente hoy en Venezuela?, ¿Será que Mario Silva no quiere admitir que mientras no haya una lucha de clases no es posible el socialismo y por lo tanto el capitalismo persiste?, ¿Será que Mario Silva no quiere admitir que si la propiedad de los medios de producción sigue en manos privadas y no del pueblo este socialismo es una payasada como dijo el Che Guevara en su mensaje a la Tricontinental?
Yo espero sinceramente que no, al igual que espero que Mario Silva esté pecando por ignorancia y no por omisión. Esos errores se pagan y muy caros (ver caso Chile 1974, por ejemplo).
El punto es que tenemos que advertir sobre los enormes “huecos ideológicos y políticos” que todavía existen y perduran a ya más de nueve (9) años de proceso revolucionario en Venezuela; pero cuidado, ese hueco está desapareciendo, el pueblo está abriendo lo ojos, ya no se queda callado y quiere ver a las ratas presas. Y por si fuera poco, lo mejor es que está desarrollando conciencia y eso no es ser contra, eso es ser REVOLUCIONARIO de verdad: Ser partidario de querer cambios radicales en las instituciones políticas, económicas y sociales de la nación por y para el bien común (SOCIALISMO).
[Nota: según el DRAE:
conciencia.
(Del lat. conscientĭa, y este calco del gr. συνείδησις).
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.]
Compatriotas y camaradas, de allí que se hace importante y vital que estemos claros que el reformismo no tiene ninguna oportunidad ante la crisis capitalista y su consecuencia directa: el fascismo.
Recordemos que con una crisis capitalista real, una amplia parte de su base va a desaparecer, pero igualmente otra parte se le sumará al fascismo y será atrapada por la reacción de acuerdo con sus intereses de clase (como aquellos que condenan el aborto, la acción inmediata y un muy otro largo etc. -sabemos quienes son-).
¿Por qué? Bueno porque los fascistas van a reforzarse y golpear mucho más duro que antes —el 11-A y el Paro Petrolero quedarán en pañales— y el “dársela de rojo rojito” y de “supuestos socialistas” ya no tendrá más interés para los reformistas y los oportunistas pequeños-burgueses que ya de por sí, son más anti-comunistas que los propios fascistas, así de simple.
Tristemente, todo lo que está pasando hoy en día comprueba perfectamente la tesis comunista sobre las refutaciones negativas: Por culpa de los factores que tanto defienden el reformismo, al final le estarán haciendo un favor al fascismo que estará notablemente mucho más reforzado. (OJO el fascismo no se manifiesta con votos, actúa y listo).
Compatriotas y camaradas, en resumen, si las estructuras pequeño-burguesas y reformistas se hunden, es porque la crisis progresa tan rápidamente que la necesidad de los que están con actitudes adequistas dentro del proceso prefieren irresistiblemente “saltar la talanquera” (ver PODEMOS, por ejemplo), eso acrecienta al fascismo.
La lucha contra la visión del mundo elitista, pesimista y egoísta del fascismo no podrá ser aplastada sino por la visión del mundo desde la óptica marxista, la de la clase obrera y la campesina, la juventud; el pueblo en general.
Eso es lo que necesitamos, de nada nos sirve ver como una especie de catálogo los hechos y acciones de los fascistas por "La Hojilla" si no estamos claros que la existencia de la reacción es producto y consecuencia del capitalismo. Hagamos un análisis materialista del fascismo, expliquemos su extensión y cómo está vinculado a la crisis del capitalismo para permitir de ese modo un combate antifascista basado en la actualidad de nuestro tiempo: ¡La lucha revolucionaria por el socialismo y consecuentemente por el comunismo!
Cada vez son más numerosos, disponen de distintas organizaciones teniendo más o menos un programa de anhelos; se acompañan de numerosos intelectuales que ponen de moda toda una serie de autores clásicos del fascismo; y con ello todas sus alternativas posibles: el sindicalismo rastrero, el catolicismo ultra-conservador, el empresariado, etc.
De allí que es necesario terminar con la concepción, según la cual, el fascismo en Venezuela es tan sólo una “idea”, un “grupito minoritario”.
Los fascistas forman cuadros, incluso hacen trabajo de masa para reunir gente ignorante debajo sus banderas.
Los fascistas se definen sistemáticamente como “insurgentes” y al limitar la crítica de los fascistas a la denuncia, les estamos permitiendo afirmar que los anti-fascistas estamos vinculados al “sistema”, que no somos los verdaderos revolucionarios, etc.
OJO, eso es un enorme error táctico ante la demagogia “insurgente” de los fascistas.
En efecto, hay muchos todavía en el campo anti-fascista que comenten errores imperdonables en nombre de un supuesto “humanismo, amor y revolución pacífica”. Lamentablemente, ellos tienen una concepción no dialéctica del fascismo (simplemente porque tal vez ignoran qué es la dialéctica) y no ven que, además de ser nuestros enemigos, los fascistas son contendientes duros de erradicar.
Debemos tener presente que los fascistas no son nada más que nuestros enemigos y/o la lacra reaccionaria, ellos son el producto y la consecuencia de la sociedad capitalista y a partir de allí van a ser inevitablemente cada vez más numerosos detrás de los pasos de la crisis del capitalismo.
En realidad, los que se equivocan se basan en los siguientes fundamentos: “los fascistas sólo son un puñito de enfermos disociados”; en vez de considerárseles como lo que son, a saber los productos ultra-modernos del capitalismo putrefacto.
Un ejemplo de lo anterior lo podemos ver en programas como “La Hojilla”, que resume el fascismo en los “fascistas”; es decir, en la “pequeña minoría” de idiotas de retrógrados y disociados nostálgicos de AD, COPEI o del fascismo italiano o el nazismo.
Bastaría entonces (según el punto de vista de Mario Silva y quienes le creen) con aislar a los “fascistas” en relación a la opinión pública, denunciándolos, presentando sus vínculos dudosos con tal o cual persona miembro de una secta, de una organización paramilitar de extrema derecha, del empresariado, de los canales de televisión, etc.
Según esa concepción (y es la que tiene Mario Silva), el fascismo no es más que una “opinión” completamente delirante, una clase de enfermedad mental que basta con denunciarla para que no se propague: Compatriotas y camaradas, eso no es más el concepto del fascismo como “gangrena”; Eso no es más que una opinión completamente reformista, digna cualquier post-modernista, opinión, que por demás, no tiene nada que ver con la realidad.
En ningún momento Mario Silva toma en cuenta al fascismo como una tendencia histórica, como un fenómeno vinculado al capitalismo y a su crisis; ¿cómo se pretende entonces aplastar el fascismo sin ver en qué medida la crisis capitalista lo refuerza?
A “La Hojilla” le corresponde por lo tanto el papel del “El Zorro, el justiciero ", cuando difunde conceptos erróneos sobre el fascismo, como lo hizo precisamente ayer por la noche con “análisis” de por sí ilusos:
- Ilusiones sobre el Estado y su trabajo “serio” contra la “peligrosidad” de los fascistas.
- Ilusiones sobre el carácter “democrático” de algunas instituciones con relación a otras.
- Ilusiones sobre el fascismo como “idea” y no como tendencia histórica.
- Ilusiones sobre el carácter completamente “marginal” de los fascistas.
- Ilusiones sobre la “omnipotencia” del Estado.
- Ilusiones sobre el carácter “neutral” de las autoridades de la UPEL.
¿Será que Mario Silva no quiere admitir que las manifestaciones radicales del fascismo en Venezuela son producto del capitalismo todavía vigente hoy en Venezuela?, ¿Será que Mario Silva no quiere admitir que mientras no haya una lucha de clases no es posible el socialismo y por lo tanto el capitalismo persiste?, ¿Será que Mario Silva no quiere admitir que si la propiedad de los medios de producción sigue en manos privadas y no del pueblo este socialismo es una payasada como dijo el Che Guevara en su mensaje a la Tricontinental?
Yo espero sinceramente que no, al igual que espero que Mario Silva esté pecando por ignorancia y no por omisión. Esos errores se pagan y muy caros (ver caso Chile 1974, por ejemplo).
El punto es que tenemos que advertir sobre los enormes “huecos ideológicos y políticos” que todavía existen y perduran a ya más de nueve (9) años de proceso revolucionario en Venezuela; pero cuidado, ese hueco está desapareciendo, el pueblo está abriendo lo ojos, ya no se queda callado y quiere ver a las ratas presas. Y por si fuera poco, lo mejor es que está desarrollando conciencia y eso no es ser contra, eso es ser REVOLUCIONARIO de verdad: Ser partidario de querer cambios radicales en las instituciones políticas, económicas y sociales de la nación por y para el bien común (SOCIALISMO).
[Nota: según el DRAE:
conciencia.
(Del lat. conscientĭa, y este calco del gr. συνείδησις).
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.]
Compatriotas y camaradas, de allí que se hace importante y vital que estemos claros que el reformismo no tiene ninguna oportunidad ante la crisis capitalista y su consecuencia directa: el fascismo.
Recordemos que con una crisis capitalista real, una amplia parte de su base va a desaparecer, pero igualmente otra parte se le sumará al fascismo y será atrapada por la reacción de acuerdo con sus intereses de clase (como aquellos que condenan el aborto, la acción inmediata y un muy otro largo etc. -sabemos quienes son-).
¿Por qué? Bueno porque los fascistas van a reforzarse y golpear mucho más duro que antes —el 11-A y el Paro Petrolero quedarán en pañales— y el “dársela de rojo rojito” y de “supuestos socialistas” ya no tendrá más interés para los reformistas y los oportunistas pequeños-burgueses que ya de por sí, son más anti-comunistas que los propios fascistas, así de simple.
Tristemente, todo lo que está pasando hoy en día comprueba perfectamente la tesis comunista sobre las refutaciones negativas: Por culpa de los factores que tanto defienden el reformismo, al final le estarán haciendo un favor al fascismo que estará notablemente mucho más reforzado. (OJO el fascismo no se manifiesta con votos, actúa y listo).
Compatriotas y camaradas, en resumen, si las estructuras pequeño-burguesas y reformistas se hunden, es porque la crisis progresa tan rápidamente que la necesidad de los que están con actitudes adequistas dentro del proceso prefieren irresistiblemente “saltar la talanquera” (ver PODEMOS, por ejemplo), eso acrecienta al fascismo.
La lucha contra la visión del mundo elitista, pesimista y egoísta del fascismo no podrá ser aplastada sino por la visión del mundo desde la óptica marxista, la de la clase obrera y la campesina, la juventud; el pueblo en general.
Eso es lo que necesitamos, de nada nos sirve ver como una especie de catálogo los hechos y acciones de los fascistas por "La Hojilla" si no estamos claros que la existencia de la reacción es producto y consecuencia del capitalismo. Hagamos un análisis materialista del fascismo, expliquemos su extensión y cómo está vinculado a la crisis del capitalismo para permitir de ese modo un combate antifascista basado en la actualidad de nuestro tiempo: ¡La lucha revolucionaria por el socialismo y consecuentemente por el comunismo!
¡Detrás del fascismo se oculta el capital!
¡Viva la resistencia popular a la violencia fascista!
A buenos entendedores, pocas palabras…
Para que no sea sólo un lema, sino una realidad:
PATRIA, SOCIALISMO o MUERTE!
VENCEREMOS!
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