14 de abril de 2008

¿Qué Hacer Ante El Reformismo?

Como planteábamos, se hace indispensable que en el capitalismo vayamos construyendo un proceso de organización independiente, con conciencia popular, que poco a poco se apropie de la autonomía de las "decisiones centrales" para producir, administrar, planificar la producción, distribuir y comercializar los productos de la tierra y de las fábricas.
Durante ese proceso, con toda su complejidad, será posible la creación de la base material y política sobre la cual se podrá levantar la economía y por ende el camino de la nueva sociedad popular y socialista una vez destruido el capitalismo (eso como marco de referencia para anticiparnos y prepararnos ante cualquier coyuntura).

Bien, entonces surge la duda: Si para lo anterior debemos tomar en cuenta la voluntad popular para transitar el camino socialista y la disposición de quiénes detentan el PODER para aceptarlo o no, entonces qué podemos hacer los revolucionarios mientras tanto?

CREAR PODER POPULAR: Crear las CONDICIONES y CONTRADICCIONES en el seno del sistema capitalista para destrozarlo desde adentro!

Allí entra en juego aspectos que considero de relevancia fundamental para todas las transformaciones económicas, políticas, sociales e ideológicas que debieran manifestarse en la cotidianidad de los individuos, en su manera de actuar, en su forma de ser: El interés colectivo que debe prevalecer sobre el interés individual; el egoísmo que debe ser erradicado; la solidaridad que debe ser el factor esencial de unión y convivencia; la crítica y la autocrítica constructiva como mecanismo esencial para resolver las contradicciones... Y como dijo el Cda. Mao TseTung, "de las CONTRADICCIONES surgirá el CAMINO a recorrer!"

Pero recordemos igualmente que en estos momentos se hace NECESARIO cualquier iniciativa política que se diluya en la masa sin perder su contenido de clase para lograr un equilibrio y la dualidad de poderes de manera amplia, colocando siempre al pueblo en la antesala del poder.

Entonces, si ya sabemos el camino, cómo plantearse ese camino?

No es fácil, sin embargo no debe ser bajo bajo la figura del mesianismo!
Ya hablábamos del individualismo que debe ser erradicado, de allí que tenemos que rebasar los límites de un partido o el caudillismo porque en esa construcción deben incluirse simpatizantes de otras organizaciones revolucionarias e individuos que sabemos donde estamos parados y qué queremos. Y eso no podemos diluirlo en vano, porque la condición básica del camino planteado (el socialista), debe ser de orientación precisamente popular, porque de lo contrario sucede lo que sucede: La burguesía, los oportunistas y las élites dominantes hegemonizan el poder y se pervierte incluso antes de nacer cualquier iniciativa revolucionaria.

Por ende, si queremos un cambio real, nuestro interés debe ir más allá, mucho más allá: Lograr que en el país el PODER POPULAR sea capaz de hacer actos de gobierno o de Estado contrapuestos al de esa burguesía de oportunistas y de cualquier élite dominante.

El problema central es que en la DUALIDAD DE PODERES, el PODER POPULAR debe contar con un gran consenso social y una organización con experiencia y con una moral en ascenso.

Sin la menor paja, el PODER POPULAR debe ser capaz de combinar acertadamente el papel de la política y su crecimiento orgánico, dependiendo de las propias condiciones del momento.
Finalmente, en términos estrictos, la estrategia debe ser integral en su conjunto, flexible, creativa, sin esquematismos ni dogmatismos, creadora y sumamente sensible para observar los cambios de la política que aspiramos.

Por ahora, para transitar el camino socialista y nuestra disposición a avanzar en éste, debemos seguir lanzando reivindicaciones específicas que corresponden a las reales y urgentes necesidades de las masas sin preocuparnos si son o no posibles en estos momentos. Esas reivindicaciones deben surgir de las masas populares para afilar las contradicciones de clases y para no darle tregua a la burguesía, para organizar al pueblo y sus aliados, para acumular las fuerzas revolucionarias y hacerlas avanzar paso a paso en la lucha.

Mientras podamos guiar la lucha de las masas populares para mejorar sus condiciones de vida y trabajo, tenemos que hacer ver que no se puede abarcar nada fundamental de la dictadura representativa capitalista ni del populismo-reformista, sino con la acción revolucionaria contando con nuestras propias fuerzas y ardor. Pero como dije ya una vez, es cuestión de ver cómo se irá desarrollando la lucha para saber cómo enfrentaremos cada situación concreta.