26 de septiembre de 2008

ALERTA! Alerta, Una Vez Más!

Los conspiradores no se resignan. Esto es un hecho que ha sido comprobado hasta la saciedad a través de la evolución de los acontecimientos estos últimos tiempos.

Mientras subsistan las causas generadoras del fenómeno “golpista”, el peligro de la violencia seguirá amenazando la marcha de la construcción del Proceso de Cambios y la pretendida Revolución Socialista.

En repetidas oportunidades hemos señalado como actúan dentro y fuera de la política venezolana factores perturbadores de diversa índole, internacionales unos y de carácter nacional otros. Aquellos y estos están presentes e influyen en la situación de manera distinta pero se conjugan, predominando en la orientación general del camino a seguir el peso de los elementos internacionales. Es por esto que afirmamos que los principales fomentadores de insurgencia reaccionaria son precisamente las grandes compañías extranjeras y nacionales, los cuales, movidos por voraz apetito colonial-imperialista, han oprimido y explotados las grandes riquezas naturales y no naturales de Venezuela durante años manejando al país por medio de Fedecámaras y políticos proxenetas o blandengues ante su estrategia neo-colonial e imperialista.

No es cierto entonces que en nuestro país haya existido durante el puntofijismo un gobierno “democrático”, por el contrario, el puntofijismo estaba constituido por una camarilla traidora de los intereses nacionales y del pueblo, basada en la fuerza y la manipulación, dirigida por corruptos y apátridas. Es cierto que las cúpulas podridas de AD y COPEI han sido desplazadas en su mayor parte; pero igualmente es verdad que como fruto de esas piltrafas nacieron Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, entre otras porquerías, empeñadas hoy en la salida violenta o desestabilizadora por voluntad de sus propios intereses y por los de sus amos del norte. Como cierto es también que ninguno de los culpables se encuentra detrás de la rejas en los distintos penales del país (ni soñar con un paredón); pero también hay que reconocer que la depuración reclamada por parte del gran movimiento popular de las gloriosas jornadas del 12 y 13 de abril de 2002 no ha sido realizada con la necesaria profundidad y amplitud que requiere la seguridad del Proceso de Cambios que llevamos adelante en Venezuela.

Si no podemos, por razones obvias, introducir cambios inmediatos y más radicales al proceso venezolano, sí podemos, en cambio, exigir que se proceda a impulsar la depuración de la Administración Pública, alejando a todos aquellos funcionarios desleales a la Patria y al Pueblo Soberano, que se han identificados con las maquinaciones de los golpistas y terroristas al servicio de los intereses de los monopolios extranjeros. Igual medida habría de tomarse contra quienes, ocupando o sin desempeñar cargo o funciones públicas, sean cómplices o encubridores de los fascistas, los golpistas y los conspiradores y/o especuladores.; de ese modo, perdería fuerza la presión exterior y los enemigos imperialistas serían despojados de sus agentes que permanecen aún en posiciones claves dentro de la estructura burguesa del Estado que debe ser transformado para alcanzar el Socialismo.

De nuevo vive la sociedad venezolana momentos de inquietud y zozobra. Grupúsculos precisamente incrustados en el aparato del Estado (los neo-oportunistas y reformistas) y en las filas de la FAN junto con otros lobitos voraces dueños de medios, oligarcas y escuálidos en general, insisten en sus torvos designios encaminados a torcer el rumbo fijado por voluntad del soberano en la naciente República Bolivariana de Venezuela, hoy presidida por el Pte. Hugo Rafael Chávez Frías y respaldado por la mayoría del pueblo para conducir el país a una Revolución Socialista que garantice su soberanía y sus derechos irrenunciables: El Pte. Chávez tiene en sus espaldas esa noble tarea donde le está prohibido fallar!

Pero OJO, la reacción fascista y la mencionada “derecha endógena” se aprovecha de la ignorancia de muchos y de los agentes de la regresión nacional. Por una parte, tenemos la impunidad que los rodea con la inhibición y la lenidad oficial, y por la otra, la incertidumbre que vive el pueblo debido al bombardeo diario de los manipuladores de oficio.

Decimos y no se trata de estéril deporte: Alerta! Alertas una vez más! “Siempre que el río suena, es porque piedras trae” y en esta ocasión la basura mediática no es por casualidad.

El pueblo en su totalidad necesita la verdad y nosotros los revolucionarios nunca se la hemos regateado. La vigilancia popular y la ideología es un factor decisivo que inclina la balanza a favor de los cambios profundo que faltan por hacer y que tenemos que hacer. Recordamos que si las causas que originan las conspiraciones no han sido liquidadas o barridas, es necesario, una vez más, permanecer en estado de alerta y radicalizar nuestras actuaciones hasta las últimas consecuencias.