11 de diciembre de 2007

Capitalismo Burocrático y Reformismo

Lo que nos enseñaron autores como Mariátegui en Perú o Kaypakkaya en Turquía, es que una “revolución” con carácter nacionalista y medidas reformistas nunca se lanzan directamente con posibilidades de una revolución socialista real; sino más bien que este tipo de movimientos nos llevan a la larga a una permanente contradicción política con intereses personalistas muy alejados de los del pueblo. Consecuentemente, y como es lógico, esos sistemas reformistas no pueden impedirse a corto plazo de caer en los brazos de la burguesía y los imperialistas mediante el capitalismo burocrático (OJO con eso).

Recordemos que los discursos incendiarios sólo están allí para ajustar el Estado según sus necesidades y las de los opresores. Es decir, adaptan la dominación en el pueblo al mismo tiempo que benefician indiscriminadamente el capitalismo burocrático, ya que la burguesía nacional no puede ya ser el principal protagonista de la “revolución pacífica y democrática”.

Pero queda el contexto global… Nada es más falso pensar que los países oprimidos son “capitalistas”, que la burguesía nacional domina y hace lo que quiere: La realidad es que estos países son países semi-coloniales, semi-feudales, mono-productores o caracterizados por la soberanía del capitalismo burocrático vendido al imperialismo, así como a los grandes latifundistas; todo eso es posible gracias al apoyo de los reformistas.

Ante tanta confusión en medio del huracán revolucionario, ¿qué nos queda hacer?
Según la tesis marxista-leninista-maoísta, el capitalismo burocrático y sus principales aliados (los reformistas) se reconocen y puede tener fin si tomamos en cuenta los siguientes cinco puntos:

1) El capitalismo burocrático es el capitalismo que el imperialismo desarrolla en los países explotados y que incluye los capitales de los grandes latifundistas, de los grandes banqueros y magnates de la gran burguesía.

2) El capitalismo burocrático explota el proletariado, al campesino y a la pequeña burguesía y le pone límites a la mediana burguesía.

3) Se pasa por un proceso que hace que el capitalismo burocrático se combine con el poder del Estado y se convierta en capitalismo monopolístico de Estado, rentista y feudal; Esto deriva a que en un primer momento se desarrolla como un gran capital monopolístico “no oficial”, y en un segundo momento -cuando se combina con el poder del Estado- se desarrolla como capitalismo de Estado, concluyentemente como una política de un Estado o gobierno reformista.

4) Al llegar al más alto grado de su desarrollo, el reformismo hace madurar involuntariamente las condiciones para que la “revolución pacífica y democrática” se convierta en contradicción y entonces y sólo entonces…;

5) Confiscar a la sazón el capitalismo burocrático para que sea la clave para desenmascarar la “revolución pacífica y democrática” y sólo así el pueblo pueda tomar conciencia y desarrollar una revolución socialista real con carácter popular y clasista.

A buenos entendedores, pocas palabras…

Para que no sea sólo un lema, sino una realidad:
PATRIA, SOCIALISMO o MUERTE!
VENCEREMOS!

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