Según sus propias palabras, el viaje del carnicero Uribe a Venezuela "señalará nuestro empeño en la paz y hará destacar nuestra agenda común para darle impulso a la libertad, a la prosperidad y a la justicia social; así como también para demostrarle al mundo que es posible terminar con el terrorismo".
Sin embargo, debemos preguntamos cuál es el verdadero propósito de este genocida en mancillar la cuna de Bolívar con su presencia.
A confesión de parte, relevo de pruebas! Este lacayo imperial no tiene otro objetivo que el de sacar provecho personal con la invitación que le hiciera el Pte. Chávez. Que de paso sea dicho (sin caer en especulaciones), todavía desconocemos el propósito de esta locura de invitación, tal vez mañana se invite a Bush o a Obama y se diga que somos “hermanos”.
El punto es que según su escasa visión (digna de un tarado), el sanguinario Uribe pretende ahora, con una flor en la mano y con un puñal en la otra, humillar la dignidad del pueblo venezolano y del hermano pueblo colombiano. Por qué?
Porque una vez que ha cumplido cabalmente los designios de su amo imperial, la agenda es otra, la del billete! Tanto es así, que la estrategia de esta marioneta se perfila en concentrarse en los acuerdos bilaterales definidos con el gobierno y la burguesía nacional. Y por si fuera poco, a esto se le suma la firma de compromiso para la construcción de una línea de trenes colombo-venezolana.
Y por qué no? La invitación y la bandeja de plata llena de prebendas son para un "hermano".
Pero "hermano" de quién?
Este viaje debe ser contraseñado por una serie de manifestaciones de protesta popular en contra de este criminal confeso. Decenas de millares de manifestantes debemos desfilar por las calles manifestando nuestro repudio y desdén ante tal ignominia. Manifestaciones que, al fin y al cabo, le deben recordar al Pte. Chávez que este pueblo sí es revolucionario y como tal practica la solidaridad internacionalista que nos debe caracterizar.
Qué cara pondrán nuestros pueblos cuando veamos las imágenes de los amigables y repugnantes abrazos entre el homicida Uribe y el Pte. Chávez?
Quién traiciona a quién o qué?
Sólo el pueblo humilde podrá responder estas preguntas que no se las llevará el olvido!
Mientras, en Colombia persiste el sicariato, la masacre y el genocidio a un pueblo que hasta ayer fuera defendido con nuestra propia sangre en la gesta heroica de Bolívar!
Debemos ser dignos y somos dignos; debemos ser bolivarianos de verdad, no solamente de la boca para afuera!
Por las calles y montes que hoy rebosan con la sangre derramada de nuestros hermanos, un día, tal vez mañana, podrán jugar los niños colombianos nuevamente; entre tanto, el asesino narco-paramilitar se montará en su trencito! Ya veremos quién lo acompaña!!!
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