1 de mayo de 2008

Reflexionemos Sobre el 1ero de Mayo

Nosotros, los marxistas-leninistas venezolanos, siempre hemos celebrado esta heroica fecha con fuerza y coherencia, sobre todo con mucha coherencia. Pero este año particular, existen motivos de sobras para seguir celebrando el Día Internacional de los Trabajadores de forma militante para recordar también sus orígenes, para redescubrir y reivindicar las tradiciones de la lucha proletaria y revolucionaria.

Es menester hacer hoy también justo homenaje a las luchas contra la “globalización” imperialista en el mundo, así como a la reivindicación de las grandiosas batallas conducidas en estos últimos años por los trabajadores, los campesinos, los jóvenes y las anchas masas populares en defensa de sus condiciones de vida, de trabajo y de estudio, en defensa de la paz y en contra de la dominación del capital financiero, de las multinacionales y de la ilógica “concepción del máximo provecho”, cada vez más injusto; eso, y mucho más, nos impone afrontar este aniversario histórico con un espíritu combativo, aprovechando la ocasión para reflexionar sobre la lucha de clases presente y futura.

El 1ero de Mayo no es cualquier cosa y de ningún modo puede ser confundido con una fiesta religiosa o con cualquier otra solemnidad pequeño-burguesa, por lo que no puede ni debe ser una celebración interclasista que incluya a la burguesía y sus defensores. No, este es por excelencia el día dedicado a los trabajadores, nace de la lucha del proletariado internacional y ha resuelto sus batallas de emancipación hasta a llegar al socialismo, como en los casos de la URSS del Cda. Lenin y la China del Cda. Mao.

Si progresivamente esta fecha ha sido reducida a manifestaciones sindicaleras preñadas de reformismo, “un puente para ir a la playa”, “el día para decretar limosnas”; si los trabajadores han perdido la memoria histórica del 1ero de Mayo; si los jóvenes ignoran su contenido revolucionario; es precisamente por culpa de los irresponsables reformistas y revisionistas, de los renegados del socialismo hoy convertidos en “socialdemócratas progresistas” y liberales burgueses que la han llevado al infame proceso de desideologización y por ende a la asquerosa integración de las masas al capitalismo.

Las raíces históricas del 1ero de Mayo, resalen desde finales de los años 80 del Siglo XIX, se hunden en las memorables luchas obreras por la conquista de las ocho horas de trabajo diario en la brutal y salvaje represión gubernamental y particular de Chicago en los EE.UU., hasta la gran manifestación obrera que aconteció el 1ero de Mayo del 1886 con decenas de muertos y centenares de heridos y detenciones. Esta histórica fecha se asume en la decisión de los camaradas Marx y Engels, que desde 1889 consideraron ese día para declararle al mundo entero, con la voz en alto y abiertamente, que los trabajadores llevarían a toda la humanidad a la liberación de las cadenas del capitalismo, que los trabajadores estaban llamados a renovar el mundo por la libertad y el socialismo.

El 1ero de Mayo, en fin, ya desde los orígenes y en su futuro histórico, ha tenido una clara huella revolucionaria, anti-capitalista y luego anti-imperialista y anti-fascista (en lo absoluto reformista); se ha vuelto toda una bandera por el socialismo y el comunismo. La burguesía y el fascismo siempre han temido y odiado esta fecha, no en vano Mussolini y Hitler cuando subieron al poder abolieron la conmemoración en sus países. Es lógico además, que ante la traición de revisionistas modernos (como Gorbachov y Deng Xiaoping, que llevaron al derrumbe la URSS y a la restauración del capitalismo en China), la burguesía y con ella los oportunistas de todo tipo (incluyendo los reformistas dizque revolucionarios), hayan revestido de mentiras y calumnias a los grandes del proletariado internacional como lo son los camaradas Marx, Engels y Lenin. Inclusive, se ha llegado hasta el punto en que el apelativo de comunista o marxista-leninista, una vez llevado con honor y jactancia por millones de personas, es usado hoy en día como la ofensa más horrorosa por parte de algunos que les hacen eco a los medios de comunicación burgueses y sus amos explotadores.

Por eso nosotros los marxistas-leninistas consideramos que el socialismo es una exigencia innegable del proletariado y de las masas oprimidas y explotadas. Entonces para poder marchar definitivamente en esa dirección, precisamente es el pueblo el debe desarrollar un papel fundamental e insustituible junto con los trabajadores, clase antagónica por excelencia de la burguesía.

La clase trabajadora sigue siendo el motor de la historia y no está para nada extinta en Venezuela (como algunos obtusos teóricos burgueses y revisionistas pretenden hacer creer), a pesar de que lamentablemente hoy está expuesta a la desideologización, está desunida, está incluso bajo la influencia funesta del reformismo, del electoralismo y de la politiquería barata, además de no llevar la batuta sobre los acontecimientos políticos del país. Eso ha sido posible porque ha quedado demostrado que de modo inequívoco el reformismo y la participación de los partidos politiqueros en las instituciones representativas y del gobierno burgués sólo sirven a perpetuar el capitalismo. Sin embargo, nuestra gloriosa clase trabajadora rica en tradiciones de lucha tiene que sacudirse de encima la pesada capa de la subordinación, tiene que recobrar la misión que la historia le ha confiado y retomar la verdadera vía de la revolución y el socialismo. ¿Quién pude negar eso?

Mientras tanto, hay un objetivo inmediato prioritario que perseguir y es el de unirnos con todos los que tienen nuestra misma intención de destruir el capitalismo sin tapujos, no nos queda otra; ya la historia y sobre todo nuestro pueblo juzgará a los traidores reformistas y vende patrias.

¡Feliz 1ero de Mayo!
¡Viva la clase obrera y todos los trabajadores venezolanos!

¡Proletarios de todos los países, Uníos!

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